Mira tú por donde, ahora resulta que mis notas en este blog, comentando el vino, el aceite, el café, el pan, la gastronomía, servicios varios, etc., que consumo o me siento identificado con ellos, sin saberlo han estado forjando y, en cierta forma, innovando en España la compra social a la que alude el artículo que he leído en El Pais: ¿Le gusta comprar y relacionarse en la Red? Llega la compra social.
Será porque he vivido intensamente la actividad laboral y profesional, porque el artículo era de primera calidad, o por ambas cosas, pero siempre me ha gustado consumir los productos y servicios de las empresas donde colaboraba: comprar en el mercado de la cadena de distribución, comer donuts, formarme en centros de formación adheridos al proyecto donde trabajaba, beber vino, tomar aceite, comer en los restaurantes de la cadena, visitar mi pueblo, etc.
Pero, también, cuando he estado en el foro adecuado, no he perdido la oportunidad de promocionar dichos productos y servicios, a riesgo de que me tacharan de pesado o, incluso, de tonto (Ve a consumir al establecimiento X, te atenderán bien. Pero bueno –dice mi interlocutor- como puedes recomendármelo si te han dejado colgada una pasta. Ya ves, pide pasta a mi salud).
En síntesis, me parece buena idea esto de la compra social en la Red, siempre y cuando la información, sugerencia o recomendación se haga espontánea, franca, genuina, natural y sinceramente, sin trampa ni cartón, y si se registra en el futuro una incidencia digna de comentar, ésta hay que incorporarla con toda celeridad a Internet, a través de la página Web, el Blog, el Chat, el Foro, el Networking, la Comunidad Virtual, etc (Formato de texto cambiado posteriormente. Fuente de la imagen:sxc.hu).
Será porque he vivido intensamente la actividad laboral y profesional, porque el artículo era de primera calidad, o por ambas cosas, pero siempre me ha gustado consumir los productos y servicios de las empresas donde colaboraba: comprar en el mercado de la cadena de distribución, comer donuts, formarme en centros de formación adheridos al proyecto donde trabajaba, beber vino, tomar aceite, comer en los restaurantes de la cadena, visitar mi pueblo, etc.
Pero, también, cuando he estado en el foro adecuado, no he perdido la oportunidad de promocionar dichos productos y servicios, a riesgo de que me tacharan de pesado o, incluso, de tonto (Ve a consumir al establecimiento X, te atenderán bien. Pero bueno –dice mi interlocutor- como puedes recomendármelo si te han dejado colgada una pasta. Ya ves, pide pasta a mi salud).
En síntesis, me parece buena idea esto de la compra social en la Red, siempre y cuando la información, sugerencia o recomendación se haga espontánea, franca, genuina, natural y sinceramente, sin trampa ni cartón, y si se registra en el futuro una incidencia digna de comentar, ésta hay que incorporarla con toda celeridad a Internet, a través de la página Web, el Blog, el Chat, el Foro, el Networking, la Comunidad Virtual, etc (Formato de texto cambiado posteriormente. Fuente de la imagen:sxc.hu).