A algunos se les sigue yendo la fuerza por la boca con tanta rentabilidad del producto, del perfil de actividad y de líneas de negocios y siguen dejando a un lado un sencillo pero fundamental detalle: el cliente. Si bien me licencié en dirección y gestión, la especialización que elegí en la diplomatura en empresariales fue gestión comercial, esto es comercialización, marketing y publicidad. Recuerdo la respuesta del profe de marketing, cuando pregunté la transcripción al castellano: "Mercadeando, que es gerundio".
A pesar que varias de las traducciones de marketing van en la línea de “haciendo mercado”, “mercadeando” o “comercialización”, hasta hace unos años tenía claro las distintas funciones de un ejecutivo de marketing y su homólogo de comercial. Ayer estuve en casa de un amigo, escuchando el enésimo debate sobre estos conceptos. Cuando iban por el marketing 2.0, 3.0... llegué a la conclusión que las divisiones de marketing, son más bien departamentos de clientes que otra cosa, más que les pese a sus responsables y a otros asimilados.
Hoy, los directivos y organigramas funcionales de estos departamentos, deben centrarse definitivamente en acciones enfocadas en el rey del cotarro, es decir, el cliente, por lo que dejémonos de partos mentales en otro sentido, por muy colaterales, dimensionales, modales, virtuales o siderales que pretendan ser catalogados por sus "acreditados" autores (composición de imagenes-gratis.net).