Realizando la compra por la tarde en un centro
Carrefour, al elegir un pack de 12 latas de la cerveza que le gusta a Antonio, "San Miguel” (yo prefiero Alhambra, pero a los amigos, si se puede, lo que más les guste), el querubín me dice: ¡Papá, te sale más barata
si compras una a una! ¿Cómo? Pues sí, si adquiría una lata, me salía a 36 céntimos de euro y si compraba un pack de 12, me salía la lata a siete céntimos
más cara (12 de las antiguas pesetas). ¡Jo! Se prima la unidad, no la cantidad, a no ser que el envoltorio cueste un ojo de la cara ¡Qué tonterías escribo a estas horas! Como una imagen vale más que mil
palabras, te dejo las fotos de los precios. Pero no queda aquí la cosa.
Localizo al reponedor y le traslado la observación. Se encoge de hombros y me
responde un lacónico “Los de arriba”.
A propósito del tema de los precios, si realizas la compra, sugiero que revises atentamente el ticket, ya que he percibido la tendencia que los precios y las ofertas que etiquetan en los lineales no siempre coinciden con lo que te pretenden cobrar en la caja. No sé si son errores inconscientes o conscientes (¡Ah! Me ha recordado las clases de Derecho Penal con D. Sergio y la "culpa consciente"), pero me siento estafado cuando ocurren las referidas situaciones ¿comerciales? He verificado estos desajustes en Hipercor y Carrefour. Así que el contacto Antonio se quedó sin su "San Miguel" y, después de contarle la historia, saboreó una Águila Amstel que dijo estaba deliciosa (y el precio fabuloso).
A propósito del tema de los precios, si realizas la compra, sugiero que revises atentamente el ticket, ya que he percibido la tendencia que los precios y las ofertas que etiquetan en los lineales no siempre coinciden con lo que te pretenden cobrar en la caja. No sé si son errores inconscientes o conscientes (¡Ah! Me ha recordado las clases de Derecho Penal con D. Sergio y la "culpa consciente"), pero me siento estafado cuando ocurren las referidas situaciones ¿comerciales? He verificado estos desajustes en Hipercor y Carrefour. Así que el contacto Antonio se quedó sin su "San Miguel" y, después de contarle la historia, saboreó una Águila Amstel que dijo estaba deliciosa (y el precio fabuloso).