A través de la escritura

El equipo para el desarrollo de acciones pro-bono a colectivos desfavorecidos, Unir-Fundación Fernando Pombo, terminó la resolución de un complicado caso. Además de las labores de investigación que todos los componentes del grupo tenemos asignadas, me tocó la tarea de redacción del dictamen final que me llevó, in extremis, el último día, al encaje contextual de un rosario interminable de retroalimentación generado por los compañeros a los textos que se iban conformando y que a través del email, wasap... me hacían llegar. Finalizado el calvario, le decía a Juan que no me sentía satisfecho del trabajo realizado, puesto que esa coma mal puesta, ese artículo díscolo o esa preposición insensata, puede afectar a la presentación, no poniendo en valor el brutal trabajo realizado por el equipo. Días después obtuvimos la excelente valoración de la coordinadora clínica y suspiré con cierta tranquilidad. Dejando a un lado las situaciones de estrés, que pueden jugar malas pasadas en todos los aspectos, o las consecuencias del directo, como la situación de ahora mismo en la redacción de este post, es indudable que hay que cuidar mucho la expresión escrita de nuestros trabajos.

Te aconseja el maestro de la historia de Paulo Coelho (Marktub), que escribas, ya sea una carta o un diario... porque escribir te acerca al prójimo y, por derivación, al Creador: la palabra tiene poder. Hace unos días leía un artículo de Silvia Rincón en puromarketing.com, “Marca personal: dime cómo escribes y te diré quién eres”, en el que se apuntaba lo que dejamos entrever de nuestra identidad en la forma de expresarnos a través de la escritura, puesto que la mayoría de los profesionales, por no decir todos, necesitan este medio de representación para relacionarse con sus públicos objetivos (colaboradores, clientes, instituciones…) y, como decía Jesús, profesor de “Comunicación Oral y Escrita”, la palabra, la escritura y la presencia conforman la marca personal. Comenta Silvia los principales errores que, según ella, cometemos a la hora de escribir, preguntándose al final del texto si tú contratarías a una persona que hubiera redactado un escrito publicitario o de presentación o un post… con faltas de ortografía, ininteligible o que no aporta ningún valor a tus problemas (Fuente de la imagen: pixabay).