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Fuente de la imagen: Desde un colchón hasta un jamón (M. Velasco, 2015) |
En una sesión de live commerce, una persona presentadora (que puede ser una celebridad, una experta en un tema o la propia vendedora) muestra y describe productos a una audiencia que puede interactuar a través de un chat. Los productos que se muestran están disponibles para su compra directamente durante la transmisión, creando una sensación de urgencia y exclusividad que puede ser muy efectiva. Pensemos en una transmisión en vivo de una marca de cosméticos. La presentadora está demostrando cómo aplicar diferentes productos de maquillaje, respondiendo a las preguntas de la audiencia y ofreciendo consejos personalizados. Las personas espectadoras pueden ver el producto en acción, resolver sus dudas y comprarlo al instante, todo ello sin salir de la transmisión. Este formato permite una interacción mucho más cercana y auténtica, aportando un componente de entretenimiento que puede aumentar significativamente el interés y la participación de la audiencia. Tanto el shoppable content como el live commerce transforman la forma en que descubrimos y compramos productos. Al integrar la compra en el propio contenido que consumimos, se crea una experiencia fluida y atractiva, que responde a las demandas de un público cada vez más exigente y acostumbrado a la inmediatez. Estas tendencias benefician a las marcas, que pueden aumentar sus ventas y mejorar el conocimiento de sus productos, y a las personas consumidoras, que pueden disfrutar de una experiencia de compra más personalizada, interactiva y entretenida. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.