lunes, 8 de julio de 2019

Shoppable Content y Live Commerce

Fuente de la imagen: Desde un colchón hasta un jamón (M. Velasco, 2015)
En el siempre cambiante panorama del comercio digital, las fronteras entre el contenido y la venta se difuminan cada vez más. Dos tendencias que están impulsando esta transformación son el shoppable content y el live commerce, conceptos que, aunque distintos, comparten un objetivo común: ofrecer a las personas consumidoras una experiencia de compra más fluida, interactiva y atractiva. El shoppable content se refiere a cualquier tipo de contenido que permita a la audiencia comprar directamente los productos que aparecen en él. Esto puede manifestarse de diversas formas: desde etiquetas de compra en publicaciones de redes sociales hasta catálogos interactivos en sitios web, pasando por artículos de revistas online que enlazan directamente a las páginas de producto. La clave se encuentra en eliminar la fricción del proceso de compra, permitiendo que la persona consumidora pase del descubrimiento a la adquisición en cuestión de clics. Imaginemos, por ejemplo, a una persona que está navegando por su red social favorita y ve una publicación de una influencer a la que sigue. La influencer lleva un vestido que le encanta, y gracias a las etiquetas de compra, puede adquirirlo sin tener que abandonar la aplicación ni buscarlo manualmente en un sitio web. Este tipo de experiencia se siente más natural e integrada en el flujo de navegación de la persona usuaria. Por otro lado, el live commerce lleva esta idea un paso más allá, combinando la inmediatez de la transmisión en vivo con la posibilidad de comprar en tiempo real. 

En una sesión de live commerce, una persona presentadora (que puede ser una celebridad, una experta en un tema o la propia vendedora) muestra y describe productos a una audiencia que puede interactuar a través de un chat. Los productos que se muestran están disponibles para su compra directamente durante la transmisión, creando una sensación de urgencia y exclusividad que puede ser muy efectiva. Pensemos en una transmisión en vivo de una marca de cosméticos. La presentadora está demostrando cómo aplicar diferentes productos de maquillaje, respondiendo a las preguntas de la audiencia y ofreciendo consejos personalizados. Las personas espectadoras pueden ver el producto en acción, resolver sus dudas y comprarlo al instante, todo ello sin salir de la transmisión. Este formato permite una interacción mucho más cercana y auténtica, aportando un componente de entretenimiento que puede aumentar significativamente el interés y la participación de la audiencia. Tanto el shoppable content como el live commerce transforman la forma en que descubrimos y compramos productos. Al integrar la compra en el propio contenido que consumimos, se crea una experiencia fluida y atractiva, que responde a las demandas de un público cada vez más exigente y acostumbrado a la inmediatez. Estas tendencias benefician a las marcas, que pueden aumentar sus ventas y mejorar el conocimiento de sus productos, y a las personas consumidoras, que pueden disfrutar de una experiencia de compra más personalizada, interactiva y entretenida. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.