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Fuente de la imagen: mvc archivo propio |
¿Te engancha más un influencer que solo presume de lo que le regalan o alguien que comparte sus experiencias genuinas, con sus luces y sus sombras? Creo que la clave está en dejar de vernos como simples "consumidores" y empezar a construir relaciones más significativas. Las marcas que apuestan por este tipo de marketing entienden que no se trata de una carrera de velocidad para vender más hoy, sino de sembrar una conexión duradera para que, cuando necesitemos algo, pensemos en ellas de forma natural. Es como cuando conoces a alguien que te cae bien porque es auténtico, porque te aporta algo interesante a la conversación, porque sientes que te escucha de verdad. Con las marcas debería ser parecido. El contenido que de verdad funciona es ese que se curra con cariño, pensando en las necesidades e intereses de las personas, ofreciendo algo que va más allá de la transacción comercial. Así que, sí, creo que este enfoque del marketing de contenidos que se moja, que es honesto y que se preocupa por aportar valor real a la vida de la gente, no es solo una moda pasajera. Es una forma más humana y sostenible de conectar, de construir marcas con alma y de hacer que esa relación entre quien ofrece y quien recibe sea un poco más... de verdad.