Para elaborar una propuesta de servicios profesionales o una oferta de colaboración, de forma que el potencial cliente se sienta entusiasmado y lo puedas enganchar en el corto o medio plazo, el mensaje tiene que ser genuino, acreditado e incontestable. Para ello, tienes que ir más allá de lo que ofrece y cómo lo publicita la competencia, sin perder el olfato en cuanto a lo que verdaderamente necesita el cliente y qué es lo que espera de ti, de tu producto o servicio.
Si para ello, por ejemplo, tienes que utilizar más de dos párrafos, pasa de esas tácticas de publicidad o marketing que te aconsejan lo contrario y hazlo. Si el cliente necesita de un servicio igual o similar al que ofreces y observa algunas ideas resaltadas que le enganchen, el mensaje no irá a la carpeta de eliminados. Lo guardará para leerlo más tarde y luego, probablemente, contactará.
Ahora bien, si al servicio que se brinda no se le detecta ni chicha ni limoná o viene precedido de un historial de malas artes, maniobras orquestales en la oscuridad, falsos testimonios... el pretendiente tiene muchas papeletas de que su propuesta engrose el contenido de la papelera de reciclaje. Que pases un buen fin de semana.