La foto que acompaña a este post es de una “señora cerveza con tapa” que me tomé en “La oficina”, Avenida de la Constitución, 48, Granada (España). Este restaurante fue uno de los establecimientos que me sirvieron de avituallamiento en las estancias en la capital del reino nazarí por motivos profesionales: 1998 (Grupo Tadel, ver “Senda sobria, relaciones serenas”), 2002 (La Factoría de la Red, ver “A vueltas con el e-marketing”), 2006 (Centers Auto, Tiresur, ver “El proactivo e.mail” …). Buenos ratos en compañía de proactiva gente. En fin. ¡Qué tiempos! Pasé parte del día disfrutando de esa bella ciudad, encuentros programados por Teófilo, donde saludé a líderes que respeto y con los que me unen lazos desde hace bastante tiempo, hundiéndose las raíces hasta 1994, etapa de Cecap-Andalucía (Facep, ver post “Secretaría General”).
Le comenté a Carlos que ya en la última década del siglo pasado, desde la experiencia en Euromarket (ver "Atención al cliente") y, sobre todo en Punta Paloma, distribuyendo donuts (ver "Parece que fue ayer"), la mente fue cocinando la imagen de determinados puestos comerciales que más que “comerciales” a la tradicional usanza, los consideraba como “dinamizadores en sus ámbitos territoriales de actuación”. Quiero dejar constancia hoy de este perfil específico, porque no me extraña que algún individuo, de esos que pastan por las Redes Sociales Virtuales y sin escrúpulos copian y copian, sin ni siquiera referenciar, haciendo suyas creaciones y aportaciones de conocimiento de otros (la vida misma), se apropie impunemente de éstas y otras modestas reflexiones. Pero como estudié en clase de Derechos Reales del Grado en Derecho, con Beatriz, conforme al art. 1 Ley de la Propiedad Intelectual española (por cierto, en plena reforma por parte del legislador), “la propiedad intelectual de una obra literaria, artística o científica corresponde al autor por el solo hecho de su creación”. Es decir, no es necesario ningún otro requisito; ni siquiera la inscripción en el Registro de la Propiedad Intelectual, que tan solo sirve para crear la presunción iuris tantum de existencia del derecho y de que éste pertenece al titular registral (art. 145.3 LPI). Así que, al no tener abuela, pues …
El enfoque comercial “dinamizador en su ámbito territorial de actuación”, ideal para grupos empresariales con productos o servicios "sinérgicos", me ha acompañado durante todo este tiempo y cuando he tenido la oportunidad lo he aplicado con distinto acierto. Escribo “distinto”, porque no siempre he obtenido los resultados apetecidos, debido a que dependiendo de los productos o servicios que se comercialicen, se podrá aplicar con mayor o menor éxito. Básicamente consiste en contactar con determinados perfiles profesionales y dotarles de una cartera de productos y servicios atractivos y complementarios unos con otros, que puedan comercializar en la zona donde viven. Además de reducir costes de desplazamientos y dietas (cada vez más caros, puesto que no disponemos de tarjetas black a lo Bankia), lo verdaderamente importante son los potentes lazos relacionales que se establecen con los clientes de su zona territorial de influencia. Así que, si directa o indirectamente estás relacionado con la actividad comercial, te invito a que le des una pensada.