Estuve dándole vueltas a un posible proyecto de emprendimiento. Consistía básicamente en aplicar una estrategia de subcontratación para la comercialización de un producto presuntamente seductor de otra empresa. Después de confeccionar DAFOs y simulaciones de CAMEs en función de distintos escenarios (ver post “Sencilla, potente y olvidada”) por doquier, cambio de impresiones con distintos contactos a lo largo de la península ibérica, actualización de datos respecto al mercado sectorial, previsiones de ingresos, gastos, inversión, … llegué a la conclusión que para cubrir costes, y poco más, no merecía la pena (tal vez dentro de la estructura, pero ya no sería outsourcing).
Trasladado al interlocutor la opinión razonada, reflexioné sobre la importancia de disponer de un producto o servicio que seduzca al cliente, usuario o consumidor y, más importante aún, saber conseguirlo. Percibo que ya no es tan efectivo, por ejemplo, dedicar ingentes cantidades de dinero en una supercampaña de publicidad que, literalmente, obligue a usar esos productos o servicios. Probablemente, el quid de la cuestión se encuentre en intensificar la exploración de caminos relacionados con el diseño, el medioambiente, la sostenibilidad, la seducción y la habitualidad.
El martilleo de la cuestión me hizo volver a visitar el blog de Nir Eyal, titulado “Nir and Far”, donde desde hace un tiempo su autor escribe sobre el diseño de productos que se convierten en hábito para el usuario, cliente o consumidor. Por su curriculum, presiento que Nir sabe de qué está hablando y puede que sus ideas no sean tan descabelladas como expresan algunos de sus detractores. Si puedes, recarga pilas en este fin de semana. Yo procuraré recogerme en mí mismo, recordando a los seres queridos que ya no están entre nosotros. Te dejo un vídeo, subido a Youtube por Nir Eyal, con una ponencia sobre la seducción, el enganche y la habitualidad.(Fuente de la imagen: collage elaboración propia, que acompañó al post Tigretón; si quieres ver las fotos a nivel individual, clickea AQUÍ).